Luego de que la pandemia de la COVID-19 obligó a que el torneo
de la pelota invernal 2020-2021 se llevase a cabo a puertas
cerradas y el calendario se redujera a 30 partidos, la fanaticada
dominicana puso todas sus expectativas en la temporada
2021-2022 del torneo de pelota invernal.

Se deseaba volver a la normalidad, a la fiesta de los estadios y retomar los encuentros amistosos y las discusiones que surgen alrededor de los partidos. Además, el país sería la sede de la 64ta edición de la Serie del Caribe, un torneo internacional de equipos de béisbol que reúne anualmente a los equipos ganadores de las ligas invernales profesionales de los países que integran la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC): México, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela como miembros plenos, y a Colombia, Cuba y Panamá como invitados.

Las expectativas eran altas. En el torneo invernal participarían figuras estelares de las grandes ligas. Además, la vuelta a los estadios devolvería no solo la alegría a los dominicanos, sino también serviría como termómetro para saber si el país estaba superando la pandemia de la COVID-19.

¿Cómo se podría plasmar este momento histórico y lleno de emociones para la posteridad? El Arte del Béisbol, que contiene las pinturas y dibujos del inglés Andy Brown y el texto del dominicano Dionisio Soldevila, busca atrapar ese trozo de nuestra historia reciente y compartirlo con toda la fanaticada dominicana.

EL ARTE DEL BÉISBOL

REPÚBLICA DOMINICANA ES SINÓNIMO DE PELOTA

La pelota es uno de los elementos centrales de la cultura dominicana y parece haber estado ligada a la idea de nación desde que llegó al país, procedente de Cuba, a finales del siglo XIX. Hoy día, 136 años después, la pelota se ha vuelto: uno de los más grandes eventos deportivos, una importante fuente de empleos, una conexión con los Estados Unidos y otras naciones y, el sueño de ascensión social de una gran parte de la juventud que quiere dejar atrás la pobreza y convertirse en una estrella de las Grandes Ligas y emular a jugadores como Robinson Canó, Sammy Sosa, Marcell Ozuna, Bartolo Colón, David Ortíz, Manny Ramírez, Alberto Pujols, Adrián Beltré, entre otros.

EL TORNEO INVERNAL DE LA LIGA DE BÉISBOL PROFESIONAL

 

DE LA REPÚBLICA DOMINICANA (LIDOM)

 

Durante el receso de los juegos de las Grandes Ligas, la República Dominicana lleva a cabo su propio torneo anual de béisbol, uno de los más atractivos e interesantes de la región del Caribe. Organizado por La Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), consiste en el enfrentamiento de seis equipos—Tigres del Licey, Leones del Escogido, Águilas Cibaeñas, Azucareros del Este, Estrellas Orientales, Gigantes del Cibao— que representan respectivamente las ciudades dominicanas de Santo Domingo (Licey y Escogido), Santiago, La Romana, San Pedro de Macorís y San Francisco de Macorís, y genera más de mil millones de pesos en ingresos, sirviendo de entretenimiento y esparcimiento cultural para gran parte de la población. Los estadios se llenan y se siguen los partidos desde los hogares o proyectados en pantallas gigantes en los colmados de los barrios. Ahí, hordas de fanáticos, celebran y discuten cada vez que se produce un batazo, una jugada importante o cuando el lanzador de turno poncha a su rival. Durante la temporada de béisbol invernal, la pelota se vuelve tendencia en las redes sociales y tanto en las oficinas, como en colmados, talleres de mecánica, barberías, es el tema principal de conversación.

ANDY BROWN, EL PINTOR CRONISTA

Andy Brown, de nacionalidad británica, ha viajado a más de cien estadios de pelota, donde ha documentado con sus pinturas y sus dibujos la esencia de los partidos. A diferencia de muchos fanáticos de la pelota, él no se apasionó por el béisbol en su juventud, más bien fue algo que descubrió hace aproximadamente diez años, y no fue en Inglaterra, sino en la región de Busan, en Corea del Sur, donde impartía clases de arte. Desde entonces, ha pintado en estadios de más de doce países. Su trabajo ha sido reconocido por el Palacio de Buckingham, el Salón de la Fama de Cooperstown y las cadenas televisivas ESPN, BBC, Fox News, entre otras. Así que su llegada a la República Dominicana —una de las grandes capitales del béisbol— era un destino insoslayable y lógico.

ESTADIOS DOMINICANOS
Invitado por INICIA, el pintor inglés Andy Brown pasó tres meses en la República Dominicana y visitó los cinco estadios de béisbol de la LIDOM, así como los estadios pertenecientes a las academias de béisbol de las Grandes Ligas y una serie de estadios comunitarios donde no solo se juega pelota, sino también sóftbol y vitilla. El estadio que más visitó fue el Quisqueya. También frecuentó en varias ocasiones el Estadio Cibao y le resultó tan pintoresco gracias a las colinas que se aprecian más allá del jardín izquierdo y las banderas amarillas colocadas a lo largo de la tribuna. Otro que le pareció poético fue el Estadio Tetelo Vargas, donde había gente sentada en la pizarra de anotaciones y en las azoteas de las casas vecinas.
PELOTA EN LA CALLE
Al pintor Andy Brown las academias y las escuelas de béisbol lo impresionaron. A pesar de que le parecía importante que existiesen estas academias, le conmovía que quedasen contiguas a bateyes llenos de casuchas miserables, ya que era imposible mirar los alrededores sin pensar que era una metáfora idónea de la desigualdad abismal que existe en nuestro país. En una ocasión, Andy pintaba uno de los plays de las academias. Prácticamente, era una alfombra verde cortada con precisión por un machete afilado. Mientras lo pintaba notó un grupo de niños descalzos y andrajosos que jugaban vitilla en un descampado lleno de chivos que había al lado de la academia. Por supuesto, la escena le hizo reflexionar nuevamente sobre la desigualdad social y el hecho de que detrás de todos esos peloteros dominicanos que juegan en las Grandes Ligas hay miles que no lograron llegar.
RETRATOS
Entre los peloteros que Andy retrató está el dominicano Marcell Ozuna, que juega con los Bravos de Atlanta y que recibió el premio de Jugador Más Valioso de la final de la LIDOM en la edición 2021-2022. También pintó a los jugadores: Junior Lake, Jeremy Peña y Emilio Bonifacio. También pintó a Rudy Rosario —el fanático número uno de las Águilas Cibaeñas que viste completamente de amarillo— y al comentarista y periodista Franklin Mirabal, a quien retrató luego de que le dieran acceso al centro de medios en el Estadio Quisqueya y tras sorprenderse de la manera teatral y talentosa en que este narra los partidos. Tuvo la dicha de que el último retrato que hiciese fuera el de David Ortíz, el «Big Papi». Se trató de uno de los momentos más memorables de su viaje y de su trayectoria como pintor de béisbol, ya que Andy es un gran admirador del ex jugador de las Grandes Ligas y miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.

SERIE REGULAR

Las expectativas centradas en el torneo de béisbol invernal de la LIDOM 2021-2022 eran altísimas, ya que la fanaticada retornaría a los estadios tras un torneo 2020-2021 que solo tuvo 30 partidos de temporada regular, que se jugó sin permitir público en las gradas y que modificó el formato de postemporada. Por suerte, dichas expectativas se cumplieron, y de acuerdo con información de la LIDOM, se convirtió en la temporada de mayor asistencia a los estadios.

Los Gigantes del Cibao fue el equipo más dominante del torneo invernal. En segundo lugar, terminaron las Estrellas Orientales. El equipo de los Tigres del Licey registró una marca de 21-19, a solo dos encuentros de la primera posición. El cuarto equipo en la tabla de posiciones fue el de las Águilas Cibaeñas que registró una marca de 20-20. Detrás de las Águilas quedaron los Leones del Escogido con una marca de 19-21. En cuanto a los Toros del Este, lamentablemente quedaron sotaneros con una marca de 15-2.

En el Todos contra Todos del 2021-2022 los Gigantes del Cibao continuaron con el poderío que demostraron en la temporada regular: ganaron diez partidos y sufrieron seis derrotas. Las Estrellas Orientales tuvieron un mal inicio, pero terminaron a todo vapor, con siete victorias consecutivas para terminar igual que los Gigantes. Si en el Todos contra Todos, dos equipos aseguran su clasificación a la serie final, no es necesario completar el calendario de 18 encuentros. Precisamente, eso fue lo que sucedió con Los Gigantes y con Las Estrellas Orientales.

Para la final dominicana se enfrentaban dos equipos que nunca se habían visto la cara en una batalla por la corona. Por un lado, estaban los Gigantes del Cibao que el año anterior se quedaron cortos contra las Águilas Cibaeñas ante la lucha por el título y las Estrellas Orientales que apenas dos años antes (2018-2019) habían logrado coronarse campeones luego de muchos años anhelándolo. Para la Serie Final del torneo invernal 2021-2022 de la LIDOM se jugarían siete partidos.

El primero se jugó en el estadio Tetelo Vargas, donde las Estrellas Orientales vencieron en un juego cerrado a Los Gigantes del Cibao. Ahora bien, este sería el único partido que las Estrellas Orientales ganarían, ya que en lo adelante los Gigantes del Cibao vencerían a sus oponentes hasta coronarse como los primeros campeones de la LIDOM postpandemia. A esta celebración había que añadirle el dato de que el equipo de los Gigantes del Cibao —el más joven de la LIDOM—estaba festejando su 25 aniversario.

SERIE DEL CARIBE,
SANTO DOMINGO 2022

La representación dominicana salió victoriosa en sus primeras tres presentaciones ante México, Puerto Rico y Panamá, respectivamente. En la cuarta jornada, en un partido de poca anotación y de mucha emoción, Colombia le arrebató el invicto a la República Dominicana. Sin embargo, en el quinto juego, el equipo dominicano volvió a la senda del triunfo al derrotar 8-7 a Venezuela y pasó a las semifinales como el primer clasificado del grupo, donde también jugarían los Navegantes de Magallanes (Venezuela), los Caimanes de Barranquilla (Colombia) y los Charros de Jalisco (México).
En estas semifinales, Colombia se impuso a Venezuela y la República Dominicana venció a México. Así que para el juego final de la Serie que decidiría el triunfador del certamen se enfrentarían Colombia y la República Dominicana. Colombia, representada por el equipo de los Caimanes de Barranquilla, fue la gran sorpresa de la Serie del Caribe. En efecto, era la primera vez que Colombia llegaba a una final dentro del «Clásico Caribeño», ya que era apenas su tercera participación desde su incorporación en enero de 2020.

Cuando en ese último partido se fueron imponiendo a la República Dominicana —que ha ganado más de veinte veces la Serie del Caribe— la fanaticada no lo quería creer. El abridor Elkin Alcalá trabajó cinco entradas y dos tercios, apenas toleró cuatro hits, una carrera y abanicó siete para coronar a los colombianos como campeones de la Serie del Caribe en un triunfo de 4-1.

De ese modo concluyó una de las más exitosas temporadas de pelota en la República Dominicana, una que será recordada por décadas. A pesar de que el equipo dominicano no pudo mantener su corona, la fanaticada disfrutó la intensidad y las emociones vividas que habían extrañado tanto durante el período de reclusión provocado por la pandemia de la COVID-19.

Videos

El equipo

Dionisio Soldevila

Textos

Andy Brown

Imagenes

Pardo Agency

Dirección de Arte y Diseño

Peter Weidlich

Traducción

Giselle Rodríguez Cid
& Gema Imbert

Corrección ortotipográfica